18 Nov ADItech, responsable de contribuir a la excelencia científica en el proyecto estratégico de I+D Prometea
Su tarea consiste en incorporar la dimensión de género como categoría transversal en el contenido de la investigación durante todas las fases del proyecto
Dos expertas en dimensión de género, colaboradoras de ADItech, coordinador del Sistema Navarro de I+D+i (SINAI), se dieron cita la semana pasada con las personas participantes del proyecto estratégico Prometea para comenzar a incorporar la dimensión de género en dicho proyecto y contribuir así a su excelencia científica.
El proyecto Prometea tiene el objetivo de reducir las complicaciones asociadas a las úlceras que se generan por presión en personas que permanecen largos periodos de tiempo inmovilizadas por su condición de salud. Se trata de un proyecto financiado por Gobierno de Navarra a través de la convocatoria de ayudas para realizar proyectos estratégicos de I+D entre 2022 y 2025. Está coordinado por la empresa Biosasun y participan además las siguientes entidades: Asociación Allotarra de Agricultura y Ganadería Ecológica, Procgeri Gestión XXI (Domusvi), Eztitsu, Granja Escuela Ultzama, Tecnología Navarra de Nanoproductos (Tecnan), Lurederra, la Universidad Pública de Navarra (UPNA), el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) y ADItech.
Precisamente ADItech es la entidad responsable de contribuir a la excelencia científica, a través de la incorporación de la dimensión de género, lo cual es un indicador de excelencia científica además de una obligación legal, tal y como se indica en la ley Orgánica para la Igualdad 3/2007 (artículo 27.b.), la ley de Ciencia y Tecnología 14/2011[1] y la ley Foral de Ciencia y Tecnología 15/2018[2].
Para llevar a cabo estas tareas, cuenta con la colaboración de las expertas Olaya Fernández Guerrero y Remedios Álvarez Terán. Ambas pertenecen al grupo de investigación Igualdad y Género de la Universidad de La Rioja. Este grupo fue creado en 2009, a partir de la iniciativa de varias mujeres procedentes de diferentes ámbitos académicos y profesionales. Debido a la amplia experiencia de ambas expertas en la incorporación de la dimensión de género en proyectos de investigación de diferentes ámbitos, sus conocimientos son complementarios de cara a poder introducir esta cuestión y evaluar su diseño metodológico en las diferentes tareas, así como de cara a apoyar y resolver cuestiones propias del análisis en base al sexo, género e interseccionalidad en cuestiones de salud propias del propio proyecto.
Olaya Fernández Guerrero es doctora en Filosofía por la Universidad de Salamanca. Actualmente es la investigadora principal del grupo de investigación Igualdad y Género de la Universidad de La Rioja. Remedios Álvarez Terán es diplomada en Enfermería, experta en Metodología de la Investigación y doctora en Ciencias Humanas y Sociales por la Universidad de La Rioja. Actualmente también es Profesora Asociada de Universidad de La Rioja, en la Unidad Predepartamental de Enfermería.
Los procesos de envejecimiento cutáneo, que afectan a la mayoría de las personas mayores, presentan una elevada prevalencia, combinándose con problemas circulatorios, con obstrucción principalmente de vasos periféricos (extremidades inferiores, zonas de presión en pacientes encamados etc.) e infecciones en presencia de un sistema inmune deficitario, que conlleva la aparición de enfermedades crónicas de muy difícil tratamiento, como la ateroesclerosis y las úlceras por presión.
El difícil tratamiento se debe a la falta de irrigación, y por tanto falta de aporte de nutrientes y oxígeno, combinada con la infección de las heridas y la dificultad de eliminar los microrganismos presentes.
En Europa, la incidencia de las úlceras por presión entre pacientes de población adulta se sitúa entre 5% y 12%, y tiende a aumentar hasta 20% en pacientes de geriatría con enfermedades agudas o crónicas, lo que supone que más de 10 millones de personas padecen úlceras por presión. Además, se prevé que unos 4 millones de pacientes con diabetes desarrollarán úlceras en las piernas en los próximos 10 años. Todo ello representa un importante problema de salud pública, así como una elevada carga económica para los sistemas de salud. Las heridas crónicas casi invariablemente se infectan con bacterias y hongos, y esto retrasa su cicatrización.
Es por ello, que el objetivo general del proyecto Prometea, es lograr tratamientos combinados que permitan una regeneración de la piel a la par que controlen los procesos de infección e inflamación. Como resultado se espera contar con los conocimientos y herramientas necesarias para desarrollar productos sanitarios y alimenticios.