14 Mar El envejecimiento celular multiplica por cinco el riesgo de sufrir un ictus, según una investigación liderada por el CIMA de la Universidad de Navarra
Pie de foto (de izquierda a derecha): Eva Molina y José Hermida, investigadores del CIMA, y Ramón Lecumberri, investigador de la CUN.
- Con un análisis de sangre de los pacientes con fibrilación auricular pueden saber su probabilidad de sufrir esta patología cerebrovascular
Pamplona, 11 de marzo. Un estudio liderado por el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, en colaboración con el Hospital Universitario de Salamanca y la Clínica Universidad de Navarra, ha demostrado que el envejecimiento celular multiplica por cinco el riesgo de sufrir un ictus o infarto cerebral. Así, este depende de la edad biológica y menos de la cronológica. Con un análisis de sangre los pacientes con fibrilación auricular pueden saber su probabilidad de padecer esta patología cerebrovascular. Los resultados de la investigación están publicados en el último número de Stroke, revista científica de la Asociación Americana del Corazón.
El ictus afecta cada año a unos 130.000 españoles, de los cuales 80.000 fallecen o sufren alguna discapacidad, según la Sociedad Española de Neurología. “Se trata un problema sanitario de gran relevancia, dada la prevalencia y el gasto sanitario que implica esta enfermedad, por lo que es fundamental encontrar marcadores que ayuden a identificar a personas con mucho riesgo para suministrar un tratamiento preventivo de esta patología cerebrovascular”, asegura el Dr. José Hermida, investigador del Programa de Enfermedades Cardiovasculares del CIMA y director del estudio.
Un 35% de los ictus cerebrales tienen su origen en la fibrilación auricular, el tipo de arritmia más frecuente. En concreto, señala el Dr. Hermida, “el estudio de 187 pacientes con esta patología cardíaca ha demostrado que los enfermos cuyos leucocitos (células sanguíneas) tienen acortados los telómeros (extremos de los cromosomas considerados biomarcadores del proceso de envejecimiento), tienen un riesgo 5 veces mayor de sufrir ictus cerebral, independientemente de su edad cronológica”. “Estos resultados nos ayudarán a seleccionar adecuadamente las personas candidatas a ser tratadas con anticoagulantes, lo que reducirá el riesgo de sufrir un ictus posterior”, concluye el investigador del CIMA.