El trasplante de células madre del tejido adiposo (CMTA) se asocia a mejoría funcional en modelos de infarto de miocardio crónico, y recientemente han finalizado dos ensayos clínicos (APOLLO y PRECISE) en los que se evaluaban la seguridad y la viabilidad del trasplante de CMTA en pacientes con infarto de miocardio. Su utilidad terapéutica, sin embargo, se ve limitada por la escasa integración y supervivencia celulares a largo plazo.
En general, la eficacia de la terapia celular está mermada por inconvenientes tales como la intensa pérdida de células que tiene lugar en las horas siguientes al trasplante. De hecho, se han investigado varias estrategias destinadas a mejorar la integración de las células madre, como la manipulación genética celular para favorecer la migración y la supervivencia de las células o los métodos de biotecnología tisular que utilizan armazones de polímeros naturales (componentes de la matriz extracelular) o sintéticos. Entre los materiales naturales que podrían emplearse para formar parches para la terapia celular cardíaca, el colágeno es un candidato óptimo porque es el componente más abundante de la matriz cardíaca, presenta una biocompatibilidad notable con los tejidos dañados, resulta poco inmunógenico una vez inyectado y ofrece suficiente estabilidad mecánica. Hemos comprobado el efecto beneficioso a largo plazo de los parches de colágeno sembrados con CMTA en modelos de infarto de miocardio en ratas y cerdos enanos.
A partir de esta hipótesis, Viscofan, en colaboración con la Clínica Universitaria de Navarra y el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), aspira a desarrollar un sistema consistente en una membrana de colágeno bovino, elaborada conforme a las normas de correcta fabricación, sobre la cual se cultivan células madre mesenquimales alogénicas procedentes de tejido adiposo.
El dato más importante de nuestros estudios previos es que en comparación con la administración intramiocárdica directa de CMTA, la aplicación de parches de colágeno celularizados con CMTA obtenidos a partir de la grasa del propio animal, favorece la integración de las células madre y mejora la función cardíaca gracias a una inducción de la formación de nuevos vasos y una disminución de la cicatriz, tanto en el modelo de animales pequeños como en el modelo preclínico de infarto de miocardio en cerdos enanos. Además hemos confirmado que cuando utilizamos células procedentes de otro donante, debido a las propiedades de las CMTA, no se produce rechazo y siguen ejerciendo un efecto beneficioso. Esto de hecho es una gran ventaja ya que las células, al no ser autólogas, pueden producirse en gran cantidad antes de su uso y administrarse al paciente de inmediato, con muy poco tiempo de espera derivado de las actividades de fabricación.