Los ictus isquémicos pueden ser cardioembólicos (un problema cardíaco genera un coágulo que a modo de émbolo queda parado en una arteria cerebral), a causa de una ateromatosi extra o intracranial y también los llamados ictus lacunares (por afectación de las pequeñas arterias cerebrales). A menudo diferenciar entre los dos principales tipos (cardioembólico o ateromatoso) es difícil y en muchos casos no se llegan a esclarecer las causas a pesar de realizar las pruebas diagnósticas habituales, con lo cual persiste el riesgo de que se repita el ictus. Esto ocurre en aproximadamente el 40 % de los casos.
Una propuesta para solucionar este y otros problemas del ictus es introducir el uso de biomarcadores (proteínas, genes, miRNAs, cRNAs, etc) en la práctica clínica que nos den información sobre el origen del trombo. De hecho, en los últimos años se está investigando de forma intensa en la identificación y validación de biomarcadores para su aplicación en el diagnóstico del paciente con ictus y la tendencia general ha sido combinar diferentes proteínas e iniciar la investigación de otros biomarcadores no proteicos, como los miRNAs.
En el grupo de investigación neurovascular del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) y el el laboratorio de NeuroEpigenética de Navarrabiomed, con el apoyo de la plataforma de Proteómica y el Biobanco hemos apostado por trabajar en la identificación de biomarcadores plasmáticos que nos faciliten en la identificación de manera rápida y precisa del origen del trombo. La utilizacion de este material como fuente de biomarcadores es completamente novedoso y añade especificidad, pues la busqueda de biomarcadores se realiza precisamente en el material que ocluye la arteria, y no en sangre periférica, como en los biomarcadores identificados hasta ahora
Hasta la fecha se ha realizado la extracción de proteínas y el análisis proteómico de material trombótico (Tareas 2.1 y 2.4) obtenido de pacientes diagnosticados como etiología (según criterios TOAST) Cardioembólica (14 casos), Aterotrombótica (7 casos) e Indeterminada (9 casos). Se han caracterizado más de 1600 proteínas y cuantificado casi 600 en todas las muestras analizadas de manera simultánea mediante espectrometría de masas, identificando 115 proteínas cuyos niveles varían entre los grupos experimentales. En la actualidad, estamos realizando validaciones técnicas con metodologías complementarias (Tarea 2.4), como el Western-blot. Una vez que hayamos validado los resultados del estudio proteómico y verificado su presencia en suero, las proteínas se convertirán en biomarcadores candidatos para ser analizados en la cohorte de validación. También estamos completando la extracción de RNA (Tarea 2.1) y purificación con DNasa, del material celular para la realización posterior de los microarrays de RNAs no codificantes.
La determinacion de estos biomarcadores de forma conjunta puede ser determinante para obtener la informacion sobre la causa del ictus de forma inmediata, específica y reproducible.