26 Abr Un equipo para controlar la calidad del vino ante el cambio climático
El cambio climático está provocando la maduración precoz de la uva y el adelantamiento de la vendimia. Un proceso en el que la transpiración de la planta y su respiración ejercen un papel importante.
Por eso, en el marco del proyecto Multi-Sensor, el IdAB-CSIC y la Universidad de Navarra han desarrollado un dispositivo capaz de medir ambos aspectos de forma simultánea y no invasiva. El proyecto que busca controlar la calidad del vino ante el cambio climático está coordinado por ADItech, a su vez agente coordinador del SINAI, y financiado por el Ejecutivo foral.
La garnacha suponía cerca del 90 % que se cultivaba en Navarra hace cuarenta años. Entonces, Monteagudo iniciaba la vendimia en los días del Pilar, hacia mediados de octubre. A lo largo de las últimas décadas, sin embargo, la cosecha en la localidad ribera se ha ido adelantando hasta principios de septiembre. Existen varios factores que explican este fenómeno, como la fama que adquirió el tempranillo o el uso de nuevos sistemas de cultivo. Pero a estos dos se suma un tercero que preocupa cada vez más a los negocios agrícolas: el cambio climático.
El pasado mes de agosto, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra calificó la vendimia de 2022 como la “más temprana de la historia”, ya que empezaba con una semana de adelanto respecto a una campaña media de la región. “Nos estamos viendo obligados a adelantar la cosecha por la pertinaz sequía y el encadenamiento de las olas de calor, que han marcado en el termómetro temperaturas máximas y mínimas muy altas desde el final de la primavera y el inicio del verano hasta la fecha”, valoró entonces su presidente, David Palacios.
Y la situación no tiene visos de mejorar. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) informó este año que la temperatura en superficie, entre 2011 y 2020, era 1,1 grados Celsius superior a la registrada entre 1850 y 1900. Así mismo, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero hasta 2030 “hacen probable que el calentamiento supere los 1,5 grados” y dificultan que se sitúe “por debajo de los 2 grados” a lo largo del siglo XXI.