En Navarra la brucelosis de los rumiantes fue erradicada empleando vacunas. Sin embargo, estas vacunas presentan algunos problemas como virulencia en el ser humano, además estas vacunas se confunden con las bacterias que causan la enfermedad. Por todo ello, es crítico tener herramientas para diferenciar las vacunas de las bacterias que se encuentran en la naturaleza.
Por otra parte, no existe vacuna para el ganado porcino y se están detectando más casos de brucelosis en fauna salvaje, como jabalíes, que pudiera transmitirse al ganado. Por eso, nos ha interesado conocer también como son las brucellas que se encuentran en estos animales en nuestra comunidad.
Para abordar estos objetivos este proyecto ha contado con el apoyo de la empresa Inmunología y Genética Aplicada (INGENASA) (para la mejora del actual kit y su subsiguiente comercialización) y con la participación del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentario de Aragón (CITA).
El proyecto se ha llevado a acabo en distintas Fases:
En primer lugar, para identificar nuevos marcadores genéticos, se ha realizado un análisis genómico de vacunas y bacterias que causan la enfermedad: incluidas las muestras procedentes de Navarra.
En segundo lugar, estos marcadores se han empleado en técnicas de Biología Molecular que han sido validadas en varios laboratorios de investigación.
Finalmente, esta tecnología se ha transferido a la empresa tractora INGENASA, para su comercialización y mejora del diagnóstico.
En este año hemos conseguido mejorar las herramientas de diagnóstico de cepas vacunales, conocimiento que se ha puesto a disposición de la empresa para que pueda llegar a los ciudadanos. Por otra parte, hemos verificado que los jabalíes de la comunidad están infectados y se ha conseguido tipificar estos aislamientos autóctonos de Brucella.
Esta investigación ha dado lugar a nuevos retos que nos gustaría seguir trabajando, como la mejora de las técnicas moleculares que permitan identificar el tipo de Brucella que afecta al ganado porcino, herramienta que permitiría valorar mejor el riesgo que supone la presencia de Brucella en la fauna salvaje de Navarra.