NAITEC se ha encargado del prototipado, utilizando tecnologías de fabricación aditiva, y de desarrollar la tinta conductora elástica que se imprime por serigrafía sobre los textiles. El grupo de Investigación en Ingeniería Térmica y de Fluidos (ITF) del Instituto Smart Cities de la UPNA ha testado los prototipos y ha desarrollado el modelo computacional que permite diseñar y optimizar los módulos. Y en paralelo, el grupo de Investigación Reactores Químicos y Procesos para la Valorización de Recursos Renovables (RQP) del INAMAT ha realizado el análisis ambiental de este desarrollo innovador.
Los dispositivos termoeléctricos funcionan básicamente aprovechando fuentes de calor residual para generar energía eléctrica; por ejemplo, a partir de tuberías calientes o chimeneas de las industrias. La idea de TERMOFLEX es fabricar una nueva generación de estos dispositivos con la peculiaridad de que sean flexibles, lo que aumenta considerablemente el número y tipo de focos de calor que pueden aprovecharse, muchos que actualmente son inviables. Y éste es, por tanto, el objetivo principal del proyecto: desarrollar dispositivos termoeléctricos flexibles. Para ello se ha trabajado desde el punto de vista del diseño del producto (materiales, geometrías, disposiciones de los elementos, eficiencia) y también de su proceso de fabricación, empleando tecnologías robustas y disponibles en el mercado.
Los módulos termoeléctricos comerciales tienen una base rígida, generalmente cerámica, y en TERMOFLEX se ha sustituido por un sustrato tan ligero y versátil como el textil. Ya hemos conseguido prototipos funcionales sobre diferentes tejidos utilizado técnicas de fabricación aditiva como la serigrafía y un equipo de pick &place para el montaje de componentes.
El proyecto continúa con el objetivo de conseguir un producto flexible capaz de alimentar de forma autónoma sensores ambientales e industriales. Además, se sigue trabajando en nuevas aplicaciones relacionadas con los weareables, con toda esa electrónica que queremos llevar puesta.